Washington pidió evitar el espacio aéreo venezolano y Caracas respondió con un duro mensaje de rechazo.
El régimen de Nicolás Maduro emitió una contundente respuesta tras el llamado del gobierno estadounidense a que aerolíneas y pilotos eviten sobrevolar el espacio aéreo de Venezuela. Desde Caracas aseguraron que el país no permitirá ningún tipo de imposición externa y repudiaron el anuncio con un comunicado oficial.
Según expresaron autoridades venezolanas, se trata de “un acto hostil, unilateral y arbitrario” que busca presionar políticamente en medio del creciente aislamiento internacional. La administración chavista remarcó que “Venezuela no aceptará órdenes, amenazas ni injerencias provenientes de ningún poder extranjero”, defendiendo lo que consideran su soberanía territorial.
El clima se tensó aún más luego de que Donald Trump instara públicamente a considerar “cerrado en su totalidad el espacio aéreo sobre Venezuela”, argumentando riesgos de seguridad regional. Para el gobierno venezolano, ese posicionamiento constituye “una nueva agresión ilegal e injustificada contra el pueblo venezolano”, advirtiendo que responderán con firmeza.
En paralelo, desde Cuba denunciaron interferencias y operaciones militares en el Caribe que, según afirmaron, afectan directamente a Venezuela. Mientras tanto, continúan las restricciones de vuelos y miles de pasajeros permanecen varados por la cancelación de rutas internacionales.
La crisis aérea suma así un nuevo capítulo, con un escenario cada vez más incierto y marcado por una escalada diplomática que promete profundizar el conflicto.
