El dirigente aseguró que el límite es la violencia y lanzó un dispositivo jurídico para asistir a víctimas de intimidación.
Una amenaza directa contra Juan Grabois encendió las alarmas y lo llevó a hacer pública una carta en la que respondió con firmeza al ataque de un simpatizante de La Libertad Avanza. El agresor fue identificado, imputado y enfrentará una demanda civil, mientras en paralelo avanzan otros expedientes por hostigamiento que el dirigente ya había denunciado. Con una frase que no dejó lugar a dudas, advirtió que “el límite no es el debate político, sino la violencia”.
En un clima de creciente tensión, Grabois anunció la puesta en marcha de un dispositivo jurídico destinado a acompañar a personas y organizaciones que sufran ataques similares. Señaló que “la pasividad institucional frente a estos hechos solo agrava el problema” y llamó a una defensa colectiva dentro de la ley ante cualquier intento de disciplinamiento político que busque imponer silencio por miedo.
Afirmó que no tiene miedo y que continuarán denunciando cada agresión, reivindicando el derecho a la protesta y rechazando cualquier recorte de las garantías constitucionales. Cerró su mensaje reforzando su compromiso con una Argentina “humana, justa y soberana”, en un contexto donde las discusiones públicas parecen ganar intensidad día a día.