La actriz celebró su premio con emoción, humor y un mensaje de inclusión para la industria.
Griselda Siciliani coronó su papel en “Envidiosa” con un premio que la convirtió en una de las figuras de la noche. Sobre el escenario agradeció con una mezcla de espontaneidad y vértigo, al confesar que “a este personaje no lo voy a olvidar más”, y destacó el trabajo de un equipo que, según sus palabras, se volvió una familia durante cuatro temporadas.
Entre risas y emoción, remarcó el valor del elenco y la dedicación detrás de una serie que marcó un fenómeno cultural. También abrió la puerta a una reflexión más amplia al pedir “más espacio y más oportunidades para todas las personas que quieren hacer cine”, un mensaje que resonó entre colegas y nuevas generaciones.
Finalmente, dedicó un tramo especial a su hija Margarita, a quien definió como su motor y su alegría diaria, y agradeció al público que acompañó el crecimiento de la ficción. Su discurso, directo y sin artificios, se transformó en uno de los momentos más recordados de la ceremonia.