La conductora habló brevemente tras presentarse como testigo y buscó bajar el perfil del escándalo judicial.
Wanda Nara se presentó ante la Justicia para declarar como testigo en la causa que investiga una presunta estafa vinculada a su exabogado Nicolás Payarola. Luego de permanecer más de dos horas dentro de la fiscalía, la empresaria salió acompañada por su pareja y su abogado, y enfrentó a los cronistas con un mensaje breve pero firme.
Ante la consulta directa sobre si sentía temor por la magnitud del expediente, Wanda fue clara: “No tengo miedo de nada”. Sin detenerse demasiado, explicó que prefería no hacer declaraciones extensas para “no agrandar más de lo que ya está” y remarcó que no tiene vinculación directa con los hechos investigados.
Visiblemente apurada por cumplir con su agenda laboral, la conductora insistió en que se encontraba “muy bien” y que su intención era continuar con sus compromisos profesionales del día. También aclaró que su presencia en la causa responde únicamente a su rol de testigo y que no tiene “nada para ocultar ni para explicar”.
Con su habitual temple frente a la exposición pública, Wanda volvió a mostrarse firme en un contexto judicial sensible, eligiendo pocas palabras, gestos controlados y una frase que resumió su postura ante el momento que atraviesa.