Las provincias deberán decidir si aplican sus propios mecanismos de regulación.
El Gobierno derogó el decreto que imponía controles sobre los aumentos de las cuotas en los colegios privados sin subsidio estatal. Con esta medida, los establecimientos educativos de gestión privada tendrán la libertad de fijar sus valores sin necesidad de justificar los incrementos ante el Estado nacional.
La decisión deja sin efecto las normas que obligaban a los colegios a presentar informes de costos y notificar los aumentos antes del inicio de cada ciclo lectivo. Desde el Ejecutivo explicaron que el esquema anterior “limitaba la libertad de las instituciones para adaptarse a los cambios económicos del país” y generaba “efectos contraproducentes” al forzar previsiones inflacionarias que terminaban encareciendo las matrículas.
La medida impacta en unos dos mil colegios en todo el país, representando aproximadamente el seis por ciento del sistema educativo. A partir de ahora, “cada institución podrá determinar sus cuotas con plena autonomía”, aunque la decisión final sobre el alcance del cambio recaerá en las provincias, que podrán establecer sus propias regulaciones o permitir que los valores se ajusten libremente al mercado.
Para las familias, el fin del control estatal representa un desafío: “ya no habrá un techo regulado” y los aumentos podrían ser más frecuentes o elevados. En contrapartida, las cámaras de colegios privados celebraron la medida, afirmando que “permitirá ajustes graduales y realistas, evitando los saltos bruscos que provocaba la rigidez del sistema anterior”.
Este cambio marca un punto de inflexión en la educación privada argentina, donde “el equilibrio entre libertad de mercado y accesibilidad para las familias” se convierte en el centro del debate.
