El presidente argentino aún no confirmó su presencia en la cumbre de Brasil y crece la incertidumbre diplomática.
En medio de las negociaciones por el histórico acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, la posible ausencia de Javier Milei en la próxima cumbre en Foz de Iguazú generó una fuerte tensión dentro del bloque regional. Mientras Brasil busca concretar la firma del tratado, el Gobierno argentino mantiene el misterio sobre si el mandatario participará o no del encuentro.
Fuentes cercanas al Ejecutivo aseguran que la decisión aún no está tomada, aunque ya se confirmó que Milei no viajará al G20 en Sudáfrica, lo que alimenta las versiones de una nueva ausencia internacional. Desde Brasil, la expectativa era contar con la presencia de todos los líderes del Mercosur para reforzar el peso político del anuncio. “Si nuestro socio más grande no quiere venir, no va a ser una buena noticia”, deslizó un funcionario brasileño al trascender la duda argentina.
El acuerdo Mercosur–Unión Europea lleva más de dos décadas de negociaciones y se encuentra en una etapa decisiva. Para Lula da Silva, anfitrión de la cumbre, la firma representa un logro diplomático clave. En cambio, el Gobierno argentino optó por un perfil más reservado, acompañando las gestiones sin protagonismo directo.
En los últimos meses, la relación entre Buenos Aires y Brasilia se mantuvo en un tono protocolar, sin gestos políticos fuertes. Sin embargo, esta nueva señal de distancia podría interpretarse como un síntoma de la postura independiente que Milei busca marcar en la política exterior argentina, priorizando la libertad de acción sobre la lógica de los bloques tradicionales.
Mientras tanto, la región espera definiciones concretas. La presencia —o ausencia— del mandatario argentino será leída como un mensaje político hacia los socios del Mercosur y hacia Europa, en un momento en que cada gesto cuenta.
