Rusia presiona a Kiev para aceptar el plan de paz impulsado desde Washington.
El presidente ruso Vladimir Putin lanzó una advertencia directa al gobierno ucraniano al afirmar que las fuerzas militares de su país “conquistarán más territorio” si Kiev rechaza la propuesta de acuerdo impulsada por Estados Unidos y respaldada por Donald Trump, la cual contempla condiciones favorables para Moscú en materia territorial y militar.
Durante una reunión con su Consejo de Seguridad, Putin destacó que el borrador presentado incluye “elementos que pueden servir como base real para un final definitivo del conflicto”, señalando que el Kremlin está dispuesto a detener la ofensiva solo si Ucrania acepta los lineamientos que fijan el reconocimiento de regiones actualmente bajo control ruso y el compromiso de mantener una posición neutral ante la OTAN.
El mandatario remarcó que “los hechos en el terreno son irreversibles” y advirtió que los recientes avances militares rusos en el frente oriental “volverán a repetirse en otros sectores clave si la respuesta de Kiev es negativa”.
En ese marco, afirmó que Ucrania y Europa “aún no han comprendido la nueva realidad”, insinuando que cualquier dilación en la negociación aumentará el costo político y territorial para Kiev.
Desde el gobierno ucraniano trascendió que el plan es visto como una imposición que implicaría “sacrificar la soberanía y la dignidad nacional”, además de significar la pérdida de apoyo internacional si acepta condiciones consideradas inaceptables.
Voces internas sostienen que aceptar el acuerdo sería reconocer como permanentes los avances rusos logrados durante la guerra.
El clima diplomático se tensó de inmediato, mientras analistas coinciden en que se abrió un escenario crítico en el que Ucrania enfrenta una doble presión: evitar un avance militar devastador o asumir concesiones políticas que podrían redefinir de manera irreversible su mapa territorial.
