El compromiso de quienes sostienen la respuesta ante emergencias en Santa Cruz.
La Subsecretaría de Protección Civil se consolidó como una pieza central en la asistencia y coordinación frente a emergencias en toda la provincia.
Su tarea diaria combina análisis técnico, logística inmediata y una entrega humana que se vuelve indispensable cuando las condiciones climáticas y los eventos extremos ponen en riesgo a las comunidades.
El área de Mapeo Climatológico monitorea de manera constante vientos, inundaciones, nevadas y actividad volcánica. Allí se analizan datos sensibles que permiten anticipar escenarios y tomar decisiones urgentes.
Sus agentes aseguran que, en medio de emergencias severas, han realizado jornadas de “12 o 13 horas sin comer”, y que “el modo de trabajo que aplicamos se replicó a nivel nacional” por su eficiencia y capacidad de respuesta.
En el sector operativo, el equipo de logística sostiene el funcionamiento de los recursos esenciales para intervenir de inmediato.
Mantenimiento de moto-bombas, grupos electrógenos, mangas para inundaciones y vehículos en condiciones perfectas forman parte de una rutina que exige precisión absoluta.
Cada salida se vive bajo una “presión linda”, necesaria para asegurar que todo esté “de 10” cuando una familia o una comunidad espera asistencia urgente.
El voluntariado ocupa también un lugar decisivo.
Quienes integran esta área realizan tareas de comunicaciones, rescate y coordinación territorial, y destacan que continúan allí porque “les gusta ayudar a la gente”.
En situaciones extremas, como las nevadas históricas, se movilizaron en helicóptero hacia zonas aisladas junto al personal de salud para llevar alimento y asistencia a pobladores sin otra vía de contacto.
Las historias que conviven dentro de Protección Civil muestran que el corazón operativo está hecho de esfuerzo, profesionalismo y entrega.
Personas que afirman que trabajan para “dar lo mejor cuando más se lo necesita” y que sostienen día tras día un legado de servicio que abraza a toda la provincia.
