Fuerte brecha cambiaria y señales mixtas en la actividad marcan el pulso económico.
La economía argentina transita una jornada atravesada por tensiones cambiarias y resultados dispares en los principales sectores productivos. La cotización del dólar volvió a concentrar la atención, con una marcada diferencia entre los distintos tipos de cambio. Mientras el oficial se mantiene estable, el dólar paralelo y los financieros avanzan con fuerza, reflejando una creciente cautela de los mercados y una demanda sostenida de cobertura.
En este contexto, se destaca que “la brecha cambiaria continúa en niveles elevados”, situación que condiciona decisiones de inversión y planificación de costos para empresas y consumidores.
Al mismo tiempo, los indicadores recientes de actividad muestran contrastes. La minería, el petróleo y el turismo sostienen un ritmo de crecimiento firme y se consolidan como los sectores más dinámicos del año. En contrapartida, la industria y la construcción siguen registrando caídas, afectadas por la falta de financiamiento y el freno de obras públicas y privadas.
Especialistas consideran que estas diferencias internas dificultan una recuperación pareja y advierten que “sin estabilidad macroeconómica no habrá un crecimiento sostenible”, remarcando la necesidad de ordenar las variables clave para que la economía pueda recuperarse de forma consistente.
El panorama general combina expectativas de mejora con un escenario aún frágil, donde las decisiones políticas y financieras de las próximas semanas serán determinantes para reducir la volatilidad y fortalecer la confianza.
