Entrega simbólica para garantizar el derecho a la tierra propia.
El acto oficial permitió hacer realidad el sueño de más de treinta familias de 28 de Noviembre, que recibieron las escrituras de sus viviendas tras años de espera. En presencia de autoridades provinciales y locales, el momento se vivió como un paso decisivo hacia la concreción de un derecho histórico.
“Entregar estos documentos en el día del aniversario de la localidad era un símbolo fuerte”, afirmó la funcionaria encargada, destacando que no había “mejor momento” para reconocer de forma definitiva la tenencia de la tierra. Con ese gesto, se marca un antes y un después para quienes habitaban en terrenos sin regularizar.
El titular del organismo responsable destacó la labor silenciosa del equipo técnico, y aseguró que el esfuerzo de escribanos y funcionarios se materializó finalmente con la entrega de los títulos. Para muchas familias, significa poder proyectar un futuro con certezas, seguridad jurídica y posibilidad de mejoras en sus viviendas.
Esta medida se inscribe en una estrategia más amplia de regularización dominial en la provincia, que ha alcanzado en los últimos meses a distintas localidades. Para quienes recibieron su escritura, implica no solo un documento, sino la consolidación de un hogar propio, con derechos plenos y reconocimiento oficial.
