Los resultados de la evaluación nacional revelan que más de la mitad de los alumnos se encuentra por debajo del nivel básico en Matemática, evidenciando una profunda brecha socioeconómica y desafíos estructurales en la enseñanza de esta materia.
El Ministerio de Capital Humano de Argentina difundió los resultados de la Prueba Aprender 2024, una evaluación nacional que arrojó datos preocupantes: apenas el 14,2% de los estudiantes de 5º y 6º año de secundaria logró un nivel satisfactorio en Matemática. En contraste, el 58% alcanzó este desempeño en Lengua, lo que pone en evidencia una brecha significativa entre ambas disciplinas.
La evaluación, realizada en octubre de 2024, incluyó a 379.050 estudiantes de 11.846 escuelas de todo el país, representando el 70,2% de la matrícula y el 96,6% de los establecimientos educativos. Estos alumnos comenzaron la secundaria en 2019 y 2020, años en los que se esperaba alcanzaran un nivel satisfactorio según los contenidos curriculares.
En Matemática, más de la mitad de los evaluados (54,6%) se ubicó por debajo del nivel básico, mientras que el 31,2% se situó en el nivel básico. Desde la edición 2022 de Aprender, no se identifican estudiantes en el nivel avanzado para esta área, lo que indica una tendencia preocupante en el rendimiento de los alumnos en esta materia clave.
El informe también destaca la fuerte incidencia del nivel socioeconómico en los resultados. Los estudiantes de sectores más vulnerables presentan mayores dificultades en Matemática, ampliando la brecha educativa. Factores como la asistencia al nivel inicial, la sobreedad, los hábitos de estudio y la estabilidad del director escolar influyen significativamente en el desempeño académico.
Carlos Torrendell, secretario de Educación nacional, expresó: “Veníamos desde fines del año pasado desarrollando internamente un trabajo en torno de la mejora de la enseñanza de la matemática. Este año nuestra idea es poder avanzar justamente para fortalecer lo que se ve claramente débil en estas evaluaciones”.
A pesar de los resultados, la evaluación registró una participación récord: el 70,2% de los estudiantes habilitados realizaron la prueba, y solo el 2,9% estuvo presente pero no participó activamente. Esto representa una mejora respecto del 9% que se registraba en 2016. También disminuyó al 1,5% la cantidad de respuestas consideradas “aberrantes”, es decir, aquellas que indican falta total de implicación en la prueba.
Estos resultados reflejan un proceso de deterioro progresivo en el aprendizaje de Matemática desde el operativo ONE en 2013. Las políticas aplicadas hasta el momento no han logrado revertir esta tendencia negativa, lo que plantea un desafío urgente para el sistema educativo argentino.