Del 15 de junio al 13 de julio, Estados Unidos será sede del nuevo Mundial de Clubes con 32 participantes. Messi, Mbappé, Bellingham y las grandes potencias del fútbol dirán presente. Pese al despliegue, la FIFA enfrenta una baja histórica en la demanda de entradas.
El Mundial de Clubes 2025 será más que una competencia: será un experimento de escala global. Por primera vez en la historia, el torneo se disputará con 32 equipos, emulando el formato de la Copa del Mundo de selecciones. Con una duración de un mes completo y una inversión millonaria en tecnología, infraestructura y derechos televisivos, la FIFA busca consagrar un nuevo producto estrella en su calendario. Sin embargo, la escasa venta de entradas y las críticas de jugadores y asociaciones ponen en duda su impacto real.
Un torneo inédito: más equipos, más partidos, más presión
El certamen se disputará entre el 15 de junio y el 13 de julio en 12 estadios distribuidos en 11 ciudades de Estados Unidos, con la final prevista en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. A diferencia del formato habitual con campeones continentales, este Mundial contará con 32 clubes, organizados en 8 grupos de 4, donde los dos primeros de cada zona avanzarán a octavos de final. No habrá partido por el tercer puesto.
Participan los campeones continentales de las últimas ediciones, más equipos clasificados por ranking y representación regional. Están confirmados gigantes como Real Madrid, Manchester City, Bayern Múnich, PSG, Chelsea, Inter Miami, River Plate y Flamengo, entre otros. También participarán clubes de África, Asia, Oceanía y la Concacaf, en un intento por federalizar el espectáculo.
Messi, Mbappé y compañía: la constelación de estrellas
Las principales figuras del fútbol mundial estarán en Estados Unidos. Lionel Messi, con Inter Miami, jugará el que podría ser uno de sus últimos torneos internacionales. También estarán Kylian Mbappé (tras su flamante pase al Real Madrid), Jude Bellingham, Vinícius Jr., Erling Haaland, y una larga lista de estrellas.
Se especula incluso con movimientos de mercado pensados exclusivamente para el torneo. Uno de los rumores más llamativos es el posible préstamo de N’Golo Kanté al Al-Hilal de Arabia Saudita, para reforzar su plantel de cara al Mundial.
Tecnología, cámaras y VAR potenciado
El certamen será también banco de pruebas para nuevas tecnologías arbitrales y de transmisión. El VAR incorporará cámaras en el cuerpo de los árbitros, sensores de fuera de juego más precisos y análisis automatizados con inteligencia artificial. Además, los asistentes podrán usar tablets en cancha y las revisiones se transmitirán en vivo para el público.
Se trata de un avance pensado para modernizar el espectáculo y generar una experiencia inmersiva, aunque varios sectores del fútbol advierten que la acumulación de torneos y exigencias comerciales está dejando de lado el eje deportivo.
La paradoja del éxito: entradas sin público
Pese al despliegue sin precedentes, la FIFA enfrenta un problema inesperado: la baja demanda de entradas. Las primeras estimaciones muestran una venta muy inferior a la esperada. En respuesta, la organización redujo los precios hasta un 90%. Por ejemplo, para la final se habían lanzado entradas de hasta 725 euros, que hoy se ofrecen a 260 euros o incluso 125 euros en algunos sectores. Los boletos más económicos pasaron de 300 a 50 euros.
Este fenómeno encendió las alarmas en Zurich. La falta de tradición del torneo, sumada a la saturación del calendario internacional, podría explicar la frialdad del público. Según fuentes de la prensa europea, ni siquiera los partidos de Real Madrid o Manchester City lograron agotar localidades en preventa.
Críticas desde el vestuario
La expansión del Mundial de Clubes fue recibida con escepticismo por parte de jugadores, entrenadores y sindicatos como FIFPRO, que alertan sobre la sobrecarga física que implica añadir otro torneo de alto rendimiento en el calendario. Algunas ligas europeas, como la Premier y la Bundesliga, también han cuestionado la conveniencia de este tipo de certámenes.
Incluso desde clubes clasificados se alzaron voces que pidieron una revisión del calendario, poniendo en primer plano la salud de los futbolistas.
Un torneo en disputa
El Mundial de Clubes 2025 busca marcar un antes y un después en la historia del fútbol. Con 32 equipos, estrellas globales, avances tecnológicos y una organización de nivel mundial, el certamen promete espectáculo. Pero la falta de entusiasmo en las tribunas y las tensiones internas dejan una pregunta abierta: ¿es este el futuro del fútbol… o una burbuja que podría estallar?