Con un estadio colmado y la ilusión de terminar con la brecha con Europa.
Boca Juniors vivirá esta noche su estreno en el nuevo y ampliado Mundial de Clubes de la FIFA cuando enfrente a Benfica en el Hard Rock Stadium de Miami a partir de las 19 h (hora de Argentina). Con entradas sold‑out y una “Bombonera” trasladada al sur de la Florida, la hinchada del Xeneize promete teñir de azul y oro una fiesta global.
El cruce adquiere doble importancia: además de iniciar el camino sudamericano, es el primer enfrentamiento oficial del club argentino con un rival europeo en este certamen desde su histórica participación en 2007, cuando salió subcampeón. Miguel Ángel Russo, entrenador en su tercer ciclo, no dudó en remarcar que “el primero es siempre el más importante” para sus aspiraciones de clasificar a octavos.
La escuadra xeneize llegará con algunas dudas: Edinson Cavani es seguido de cerca por el cuerpo médico, mientras que Luis Advíncula tiene destino de titular pese a llegar “con golpes”, como adelantó Russo. El probable esquema de Boca será un tradicional 4‑4‑1‑1, con el desafío de no replegarse y buscar un equilibrio entre contención y ataque.
Benfica llega con la etiqueta de candidato en los pronósticos: tras una excelente campaña 2024–25 (84 goles en liga) y con el griego Vangelis Pavlidis liderando su delantera, los europeos son favoritos a quedarse con los tres puntos. Sin embargo, algunos análisis prevén un partido parejo, con pocas chances de muchos goles y énfasis en el orden defensivo argentino.
En este Grupo C también sobresalen Bayern Múnich —que goleó 10‑0 a Auckland City— y el siempre accesible Auckland, y sólo los dos primeros avanzarán a octavos. La disparidad creciente entre el fútbol sudamericano y el europeo, acentuada por el nuevo formato, está bajo el análisis de la prensa mundial
En Argentina, la ilusión recae en Ander Herrera, el mediocampista ex Athletic Club que busca renovar su vínculo con un buen rendimiento; en Miami representa la esperanza de revertir el dominio europeo en esta instancia.
La expectativa se palpa en las tribunas: cientos de miles de hinchas viajaron al sur de la Florida y el Hard Rock promete rugir como una bombonera. El árbitro del debut será el mexicano César Ramos Palazuelos, encargado también de la ceremonia de apertura.
Mañana, Boca tendrá sólo dos opciones: sumar o despedirse. Un empate podría resultar valioso, sobre todo ante un plantel europeo aceitado, mientras que una derrota complicaría seriamente su paso en este torneo. Más todavía si la tendencia histórica del choque con Benfica prevalece: de cinco partidos oficiales, solo un triunfo argentino, el resto fueron empates.
Contexto del torneo
El Mundial de Clubes 2025, que se disputa entre el 14 de junio y el 13 de julio en 12 ciudades estadounidenses, incorpora por primera vez a 32 equipos en ocho grupos de cuatro . La UEFA domina la competición con 12 cupos, entre ellos Bayern, Chelsea, Real Madrid y Benfica, mientras que CONMEBOL aporta seis lugares, uno de ellos para Boca.
La expansión ha despertado críticas por la congestión del calendario, con organizaciones como FIFPro advirtiendo sobre el riesgo físico para los futbolistas.
Por qué este partido importa
Pasión popular: Buenos Aires se traslada a Miami y la fanaticada vuelve a demostrar su masividad .
Desafío deportivo: romper la hegemonía europea, un objetivo compartido por todos los sudamericanos.
Futuro inmediato: el resultado de este lunes condiciona el cruce con Bayern y el destino grupal.
