Lo que comenzó como una tarde tranquila de feriado terminó en segundos de pánico: dos enormes ballenas emergieron a pocos metros de un grupo de personas que practicaba kayak y SUP en La Bajada de la Osa.
“Tengo miedo”, se escucha gritar a una de las personas mientras los cetáceos se acercaban.
Aunque no hubo peligro real, la escena generó gritos, nervios y una adrenalina difícil de olvidar.
Una experiencia tan increíble como aterradora, que dejó a todos temblando… y mirando el agua con otros ojos.