Nos llegan múltiples mensajes de comerciantes de Caleta Olivia, hartos de ser víctimas de robos por parte de las mismas personas una y otra vez.
La situación es insostenible: rompen, entran, roban, y en cuestión de horas están caminando como si nada.
“Trabajamos con miedo. Invertimos, nos esforzamos, y los que roban saben que no les pasa nada”, dicen.
La policía detiene, identifica, hace su parte. Pero todo ese trabajo se repite una y otra vez, porque si la Justicia no acompaña, todo se vuelve en vano.
la impunidad avanza y Ya no es solo un reclamo, es un grito de auxilio de quienes sostienen la economía local y no quieren seguir siendo blanco fácil.
Caleta Olivia merece respuestas por parte de quienes deben impartir justicia. La gente que trabaja necesita vivir y vender en paz.