Mensaje que nos mandó una seguidora y no podemos dejar de compartirlo…
No sé si esto le pasa a todo el mundo, pero yo estoy segura de que a mí sí.
No habla, pero me entiende más que nadie.
Hay días en los que no tengo ganas de ver a nadie, pero su presencia me calma.
Me abraza con los ojos, me acompaña en silencio y me espera sin condiciones.
A veces lo miro y me largo a llorar.
No sé si de emoción, de agradecimiento o de miedo a que algún día no esté.
Pero mientras lo tengo, soy feliz.
Mi perro me enseñó a amar de verdad.
A querer sin pedir nada a cambio.
A disfrutar de los momentos simples.
A entender que no hace falta decir “te amo” cuando lo podés demostrar con una mirada, una lamida o simplemente quedándote al lado.
Gracias por acompañarme cuando nadie más podía.
Gracias por estar sin preguntar, sin dudar, sin dejarme caer.
Sos mi compañero, mi cable a tierra, mi alegría en los días tristes.
Y si alguna vez alguien me pregunta qué es el amor…
Le voy a mostrar tu foto.
Feliz cumpleaños.
Adopten. No hay amor más puro que el de un perro.









