El gobernador firmó el decreto que oficializa el plebiscito para suprimir la inmunidad de jueces, legisladores y funcionarios. La consulta será el 26 de octubre, junto con las elecciones nacionales.
En un gesto político que promete instalar a Chubut en el centro del debate institucional del país, el gobernador Ignacio “Nacho” Torres firmó esta semana el decreto que convoca a la ciudadanía a decidir si quiere terminar con uno de los símbolos más discutidos de la vieja política: los fueros.
El referéndum, que se realizará el próximo 26 de octubre, coincidirá con la elección de diputados nacionales. De prosperar, la reforma eliminará la protección que hoy ampara de arrestos y procesos a gobernadores, vicegobernadores, diputados provinciales, jueces, fiscales, defensores, miembros del Tribunal de Cuentas y hasta a autoridades sindicales en ejercicio de sus funciones.
Un cambio que toca la Constitución
Para lograrlo, la iniciativa propone modificar dos artículos de la Constitución de Chubut. En palabras del propio Torres, la meta es clara: “Que no haya ciudadanos de primera y de segunda”. Durante la firma del decreto, remarcó que Chubut podría convertirse en la primera provincia argentina en eliminar de raíz la inmunidad que blinda a funcionarios de la justicia ordinaria.
El anuncio, realizado en Rawson, fue acompañado por parte de su gabinete y legisladores provinciales que impulsaron la propuesta desde la Legislatura. El gobernador justificó la convocatoria en nombre de la “transparencia, la igualdad ante la ley y la confianza de la gente en sus instituciones”.
A la par de las urnas nacionales
El plebiscito se realizará bajo la modalidad de concurrencia electoral, es decir, los ciudadanos votarán la reforma a la par de los comicios para diputados nacionales. La estrategia no es menor: permite ahorrar recursos logísticos y garantizar una participación masiva que legitime el resultado.
Además, ese mismo domingo, en distintas localidades de la provincia también se renovarán cargos locales, como concejales en Sarmiento y representantes del Consejo de la Magistratura en Trelew y Esquel.
Entre la promesa y el debate
El proyecto de Torres se inscribe en la corriente de reclamos contra los privilegios de la dirigencia. Desde el regreso de la democracia, eliminar los fueros ha sido una consigna repetida pero pocas veces ejecutada. Distintas iniciativas, tanto a nivel nacional como provincial, naufragaron entre cálculos políticos y objeciones constitucionales.
En este caso, el oficialismo provincial apuesta a capitalizar la discusión como bandera de gestión y mensaje de ruptura con viejas estructuras. Sin embargo, voces críticas advierten que suprimir fueros sin una reforma más amplia de la justicia y la política puede ser un gesto simbólico que complique la independencia de poderes si no se acompaña de garantías de debido proceso y no se limita a casos de corrupción.
Lo que viene
La consulta no es vinculante de forma automática. Si la mayoría se expresa a favor, la Legislatura deberá ratificar la reforma y dar forma a su aplicación concreta. Por eso, el resultado de octubre no solo marcará el pulso de la voluntad popular, sino que pondrá a prueba la disposición de la clase política para acatarla.
Mientras tanto, Torres apuesta a que Chubut se convierta en un ejemplo institucional. “Estamos haciendo historia”, dijo el gobernador ante los medios. Quedará en manos de los votantes decidir si esa historia se escribe de una vez, o vuelve a guardarse en el cajón de los proyectos prometidos.
El 26 de octubre, cuando los chubutenses entren al cuarto oscuro para elegir diputados, también tendrán en la boleta una pregunta más profunda: ¿es hora de terminar con los privilegios de quienes gobiernan y juzgan? El resultado abrirá una página inédita en la política provincial y podría reavivar el debate en todo el país.
