La escuela que pudo haber volado: silencio, negligencia y una cocina que nadie quiere ver
Esta es la cocina industrial de la Escuela Provincial N.º 45 de Pico Truncado. La misma que, según algunos funcionarios, “no conocen” o prefieren no mencionar. La misma que, el sábado 21 de junio, se convirtió en una bomba de tiempo.
Todas las hornallas abiertas. El edificio saturado de gas. Ningún vidrio roto, ninguna puerta forzada. No fue un accidente: fue un sabotaje. Una amenaza directa a la vida de niñas, niños, docentes y auxiliares.
A las ocho de la mañana del lunes, cientos de chicos podrían haber ingresado sin saber que cada rincón de esa escuela estaba listo para estallar. Bastaba un encendedor, un interruptor, un simple descuido.
¿Quién se hace cargo?
¿Quién responde por quienes estuvieron a minutos de la tragedia?
¿Y por qué todavía hay quienes fingen no saber de qué se habla?
El gas no se ve, pero deja olor. Y también deja marcas.
Lo ocurrido en la Escuela 45 no fue un error técnico: fue un mensaje.
Y el silencio de las autoridades lo hace aún más fuerte.
1 comentario en “LA COCINA QUE AHORA NADIE CONOCE”
Gravísimo