Hace apenas diez días, Diogo celebraba uno de los momentos más felices de su vida: su casamiento con Rute Cardoso, su compañera de siempre y madre de sus tres hijos. Una historia de amor construida en silencio, con firmeza y ternura, que hoy queda golpeada por un destino incomprensible.
A nivel deportivo, venía de escribir una página gloriosa junto a su selección: fue campeón de la UEFA Nations League con Portugal en junio de 2025, consagrándose en una emotiva final ante España. Su talento, entrega y humildad lo convirtieron en un referente dentro y fuera de la cancha, amado por sus compañeros, respetado por sus rivales, y admirado por millones.
La vida es un don frágil y efímero, un regalo que no siempre sabemos cuánto tiempo tendremos para disfrutar. En un instante, los sueños, los logros y los planes se transforman en recuerdos imborrables en el corazón de quienes nos aman.
Hoy, el dolor se mezcla con la gratitud. Gracias por tu fútbol, por tu sonrisa, por tu ejemplo. Nos recordás que hay que vivir con propósito, amar con intensidad y no dejar para mañana un “te quiero”.
Descansá en paz, campeón. Tu legado trasciende el deporte.
#LutoEnElFutbol
