Con la decisión política de recuperar el protagonismo perdido, el Gobierno de Santa Cruz avanza con un ambicioso plan de reactivación del sector hidrocarburífero. Se trata del relanzamiento de diez áreas energéticas que fueron recientemente devueltas por YPF a la provincia, y que ahora serán licitadas con el objetivo de volver a poner a la industria en el centro de la economía santacruceña.
El gobernador Claudio Vidal —en una acción coordinada con el secretario general del Sindicato del Petróleo y Gas Privado, Rafael Güenchenen— trabaja para revertir años de desinversión y abandono. Ambos lideran una estrategia que busca no solo recuperar la producción en yacimientos maduros del norte provincial, sino también generar empleo genuino, movilizar la cadena de valor local y potenciar los recursos públicos.
“Esta inversión es el primer paso para dar vuelta la situación. Es volver a comenzar, con la certeza de que vendrán más empresas y de que los yacimientos seguirán explorándose y produciendo”, afirmó Vidal al confirmar que ya recibió una propuesta formal de iniciativa privada para el desarrollo de estas áreas, cuyo proceso de adjudicación podría cerrarse antes de septiembre.
El proceso será gestionado por la empresa estatal Fomicruz y contempla inversiones estimadas entre 1.600 y 1.900 millones de dólares hasta 2031.
Este plan energético no solo busca reactivar pozos subutilizados, sino también volver a posicionar al sector hidrocarburífero como motor del desarrollo provincial. Desde el Ejecutivo destacan que el proyecto permitirá fortalecer las finanzas provinciales, generar empleo directo e indirecto, dinamizar proveedores locales y recuperar infraestructura estratégica.
A partir de esa recuperación, y con recursos genuinos, el Gobierno planea avanzar en una segunda etapa: la diversificación de la matriz productiva. Pero el primer paso es claro y urgente: reconstruir el músculo energético de la provincia y ponerlo nuevamente a la vanguardia.
La salida de YPF dejó un vacío que hoy comienza a revertirse con planificación, decisión política y trabajo conjunto entre el Estado, los trabajadores del sector y empresas con voluntad de invertir. Santa Cruz no solo busca recuperar lo perdido, sino proyectarse hacia un modelo productivo con raíces sólidas y futuro.