Durante más de una década y media, Santa Cruz ha sido escenario de un conflicto docente casi permanente. Entre paros prolongados, negociaciones fallidas y cambios de gobierno, la provincia se consolidó como una de las más conflictivas del país en materia educativa.
En Santa Cruz, hablar de aulas vacías y paritarias tensas no es una novedad. Desde 2011, el conflicto entre el gobierno provincial y los gremios docentes se repite con una regularidad preocupante, dejando a generaciones de estudiantes con ciclos lectivos fragmentados y a la comunidad educativa atrapada en un enfrentamiento sin fin.
2011 – El año que marcó un quiebre
En junio, docentes fueron desalojados con carros hidrantes durante una protesta frente al Ministerio de Trabajo en Buenos Aires. La imagen dio la vuelta al país y simbolizó un año de paros prolongados, conciliaciones obligatorias y un reclamo salarial que no encontraba respuesta.
2012 y 2013 – Negociaciones sin rumbo
Las paritarias se sucedieron sin acuerdos estructurales. En 2013, el gobierno difundió subas salariales acumuladas en años previos, pero la ADOSAC denunció atraso y retomó las huelgas.
2014 – Inflación y presión gremial
En un contexto de alta inflación, la discusión giró en torno al salario básico y los tramos de aumento. Hubo acuerdos parciales, pero la conflictividad se mantuvo.
2015-2016 – El conflicto crónico
Paros recurrentes y problemas de pago de haberes marcaron estos años, preparando el terreno para el punto más alto de tensión.
2017 – El pico histórico
Con Alicia Kirchner en la gobernación, el conflicto alcanzó niveles inéditos: más de 70 días sin clases a mitad de año y un total de 105 jornadas de paro antes de retomar las actividades. El acampe frente a Casa de Gobierno fue símbolo de un año de enfrentamiento total.
2018 – Herencia de paros
El ciclo comenzó con 117 días sin clases heredados del año anterior. Las ofertas salariales —como un 2%— fueron rechazadas y las medidas de fuerza se extendieron hasta diciembre.
2019 – Multas y paros nacionales
ADOSAC denunció medidas “ilegales” del Consejo Provincial de Educación, como el presentismo, y se sumó a un paro nacional de 72 horas.
2020 – Pandemia y paritaria virtual
En medio del COVID-19, las negociaciones se realizaron de forma virtual. No hubo acuerdo en octubre y los reclamos por pérdida salarial continuaron.
2021 – Denuncia por persecución
ADOSAC acusó al gobierno de aplicar una multa millonaria como forma de “persecución sindical”.
2022 – Actas sin solución
Multiplicación de reuniones y actas paritarias, con discusiones salariales y laborales que no lograron frenar las medidas de fuerza.
2023 – La justicia interviene
En julio, un juez ordenó suspender la huelga tras 59 días de paro acumulados en el año. En abril, el gobierno había descontado sueldos por una huelga de 96 horas.
2024 – Nuevo gobierno, viejos problemas
Con la llegada de Claudio Vidal en diciembre de 2023, se acordó para el 2024 un aumento de 189%, lo que fue un 67% por encima de la inflación, eso permitio ser el año con menos conflictividad de los últimos 15
2025 – Cláusula gatillo y liderazgo en paros
En Marzo, se firmó un acuerdo con cláusula gatillo mensual atada al IPC Patagonia y mejoras adicionales que llegará a más de un 41% mensual con una inflación proyectada en 27%. Sin embargo, Santa Cruz llegó a agosto como la provincia con más días de paro docente: 28 jornadas al inicio del mes y más de 30 con las últimas medidas anunciadas.
Es claro que en Santa Cruz no solo han sido los gobiernos parte del problema sino también los gremios docentes. Ambos han llevado a la provincia a ser la que más paros en el país tuvo en 15 años. Y que a pesar que este año en un contexto de recesión la de Santa Cruz fue de las mejores paritarias del país, el paro sigue cada día con más dureza y parece no tener salida y los únicos que pueden son los niños niñas y jóvenes.