24 agosto, 2025 12:10 pm

YPF INICIA EL TRASPASO FORMAL DE SUS OPERACIONES EN TIERRA DEL FUEGO

Memorando de Entendimiento impulsa la cesión de siete áreas convencionales a Terra Ignis en el marco de la estrategia de reconversión de la petrolera hacia Vaca Muerta.

La petrolera nacional YPF marcó un hito en su estrategia corporativa al firmar un Memorando de Entendimiento con el Gobierno de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, por medio del cual inicia formalmente el traspaso de siete áreas convencionales que operaba desde hace décadas en dicha provincia hacia la compañía estatal provincial Terra Ignis. Esta decisión forma parte del plan deliberado de YPF para concentrar sus esfuerzos en desarrollos no convencionales, particularmente en la formación de Vaca Muerta. El gobernador Gustavo Melella y el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, suscribieron el convenio en las oficinas de la petrolera en la ciudad de Buenos Aires. Las áreas involucradas son Los Chorrillos, Lago Fuego, y las fracciones Tierra del Fuego A, B, C, D y E. La firma del MOU no implica el traspaso inmediato, sino que establece las bases para negociar y formalizar un acuerdo definitivo de cesión de las concesiones de explotación a Terra Ignis, la empresa energética provincial. “Quiero agradecer al gobernador de Tierra del Fuego por este acuerdo que es un paso importante para potenciar la producción de hidrocarburos en la provincia, al mismo tiempo que nos da la posibilidad de seguir concentrando los esfuerzos de la compañía en el desarrollo de Vaca Muerta”, declaró Marín.

YPF atraviesa una transformación estratégica que excede a Tierra del Fuego. En los últimos años ha comenzado a retirarse progresivamente de yacimientos maduros en distintas provincias patagónicas, con el fin de reasignar inversiones hacia proyectos con mayor potencial de crecimiento y rentabilidad, como Vaca Muerta. Esta estrategia se inscribe en un contexto global donde las grandes petroleras y estatales buscan maximizar la eficiencia operativa en escenarios de transición energética y presión climática. La salida de áreas maduras no implica necesariamente una caída en la producción nacional, ya que se pretende que los estados provinciales o nuevas compañías las operen y extraigan el remanente productivo, mientras YPF se enfoca en pozos de mayor productividad. En esa línea, el 6 de agosto pasado YPF adquirió un 45 por ciento de participación en dos bloques no convencionales de Vaca Muerta, Rincón La Ceniza y La Escalonada, comprados a TotalEnergies por 500 millones de dólares, activos clave por sus licencias de fracking vigentes hasta 2051, fundamentales para su expansión a largo plazo. La operación con TotalEnergies fue leída en el mercado como un movimiento contundente de YPF para consolidar su liderazgo en la formación neuquina y enviar una señal de confianza a los inversores internacionales en un momento donde el gobierno nacional promueve la exportación de gas y petróleo como vía para reforzar reservas y generar divisas.

El traspaso de operaciones en Tierra del Fuego, en tanto, tiene impactos concretos a nivel regional. Para la provincia, implica la posibilidad de continuar generando actividad hidrocarburífera a través de su propia empresa, Terra Ignis, consolidada como actor estatal estratégico para administrar y desarrollar los recursos energéticos locales. El Estado fueguino busca asegurar la continuidad productiva y aprovechar los recursos bajo gestión y control provincial, lo que refuerza un discurso de soberanía energética y desarrollo autónomo. Para YPF, el beneficio radica en liberar recursos humanos, financieros y tecnológicos que podrán destinarse a pozos de mayor potencial en Vaca Muerta, donde cada dólar invertido rinde más en términos de productividad. Este viraje responde a una lógica empresarial que prioriza la rentabilidad y la competitividad en un mercado energético global cada vez más exigente.

La nueva operadora provincial, Terra Ignis, enfrenta el desafío de gestionar y revitalizar zonas potencialmente maduras, que requieren inversiones importantes para mantener o mejorar la producción. La capacidad institucional, recursos técnicos y una gestión eficiente serán factores cruciales en esta etapa de transición. El reto no es menor: administrar yacimientos maduros exige no solo capital sino también know-how tecnológico, experiencia operativa y una estrategia clara de financiamiento. Por ello, desde sectores políticos y empresariales se observa con atención la capacidad de la provincia para sostener la producción sin depender únicamente de transferencias nacionales. Al mismo tiempo, este tipo de movimientos subraya el federalismo energético argentino, donde las provincias buscan jugar un rol central en la administración de sus recursos naturales. La Constitución Nacional otorga a las provincias el dominio originario de los recursos, pero en la práctica, durante décadas YPF funcionó como actor dominante en la operación y gestión. Con esta cesión, se refuerza la idea de un mapa energético con mayor descentralización, donde la Nación concentra esfuerzos estratégicos en Vaca Muerta mientras las provincias se hacen cargo de la explotación convencional.

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