El exsecretario de Obras Públicas de la Nación fue sentenciado por corrupción, enriquecimiento ilícito y portación ilegal de armas. El fallo del Tribunal Oral Federal 2 pone fin a un largo recorrido judicial que lo tuvo como uno de los símbolos de la corrupción kirchnerista.
Buenos Aires. — El Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 2 dictó este viernes una pena unificada de trece años de prisión contra el exsecretario de Obras Públicas José Francisco López, además de una multa económica y la inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La decisión consolidó en una única sanción todas las condenas previas que pesaban sobre el exfuncionario, cuya figura quedó marcada por el escándalo de los bolsos con dólares arrojados en un convento de General Rodríguez en junio de 2016.
La resolución, firmada por los jueces Rodrigo Giménez Uriburu, Jorge Luciano Gorini y Andrés Fabián Basso, sintetizó en un documento de 24 páginas las distintas causas en las que López había resultado culpable. El fallo recordó que el exfuncionario fue sorprendido hace casi una década cuando intentaba ocultar en un monasterio la suma de nueve millones de dólares en efectivo, junto a joyas y armas, una escena que se transformó en un ícono de la corrupción política en Argentina.
La pena unificada abarca tres sentencias firmes. La primera corresponde a diciembre de 2022, cuando el mismo tribunal lo condenó a seis años de prisión en la causa conocida como “Vialidad”, donde se investigó el direccionamiento de la obra pública en Santa Cruz y también fue sentenciada la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner. La segunda, fechada en agosto de 2019, provino del Tribunal Oral Federal N° 1, que lo halló culpable de enriquecimiento ilícito y le impuso otros seis años de cárcel, además de una multa del 60% del valor del patrimonio no justificado. La tercera condena fue dictada en octubre de 2017 por el Juzgado Correccional N° 3 de Mercedes, que lo sentenció a un año y siete meses de prisión por portación ilegal de un arma de fuego de uso civil.
Con la unificación, López deberá cumplir una pena de cumplimiento efectivo que lo mantendrá tras las rejas durante los próximos años, aunque su defensa podrá plantear futuras solicitudes de beneficios carcelarios de acuerdo con los plazos previstos por la ley. Sin embargo, la inhabilitación perpetua lo excluye definitivamente de cualquier posibilidad de volver a desempeñar funciones en la administración pública.
El caso de José López, uno de los hombres de confianza del kirchnerismo en el área de infraestructura, se convirtió en símbolo de la descomposición institucional de una etapa política. Su imagen cargando bolsos en plena madrugada marcó un punto de quiebre en la percepción social sobre la corrupción y dejó una huella imborrable en la historia reciente del país.