El líder de la UOM, Abel Furlán, convocó a la militancia a “organizar la resistencia” contra lo que calificó como una “dictadura”, en referencia al gobierno de Javier Milei. El dirigente sindical instó a la movilización y a la unidad de los trabajadores para enfrentar las políticas de ajuste que, según él, están desindustrializando el país y empobreciendo a la población.
Las declaraciones de Furlán se produjeron durante un acto gremial en el que compartió panel con otros referentes de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA-A). Furlán sostuvo que el actual “modelo económico solo cierra porque siguen tomando deuda externa” y criticó la “falta de rebeldía” de la sociedad frente a lo que considera “un plan de desindustrialización”. El líder sindical comparó la situación actual con el escenario previo a la crisis de 2001, cuando el sector metalúrgico se vio reducido drásticamente. “No es la primera vez en Argentina. Hemos terminado nosotros en el 2001 con apenas 50 mil trabajadores, de los 500 mil que eran en la década del ’80”, alertó.
El dirigente de la UOM remarcó que, a su criterio, “el único adversario” del sector sindical es el presidente Milei y que el gremio mantendrá su “proceso de resistencia” a las políticas oficiales, que ya han generado una significativa pérdida de poder adquisitivo para los metalúrgicos, con una caída de entre el 30% y el 32% en el salario real. En este contexto, la UOM ha protestado en diversas ocasiones, incluso con paros en Tierra del Fuego, en rechazo a la eliminación de aranceles a la importación de productos electrónicos, lo que pone en riesgo miles de puestos de trabajo.
Las palabras de Furlán se suman a una serie de reclamos y acciones por parte del sindicalismo en general. La Confederación General del Trabajo (CGT), de la que la UOM forma parte, ha convocado a múltiples paros y movilizaciones en lo que va de la gestión de Milei, con el objetivo de presionar a los legisladores para que rechacen la agenda de reformas del Ejecutivo. La CGT ha calificado las políticas del gobierno como un “ataque a la República” y ha denunciado el intento de “destruir los derechos individuales, colectivos, los sindicatos y la acción sindical”. Por su parte, el gobierno de Javier Milei ha respondido a los paros y movilizaciones calificando a los líderes sindicales como parte de la “casta” y los ha acusado de atentar contra los trabajadores. El conflicto entre el gobierno y los sindicatos se ha intensificado a medida que avanzan las medidas de ajuste y la conflictividad social crece.