El Gobierno provincial denunció que la manifestación tuvo un trasfondo político y señaló al espacio de Pablo González como responsable de la organización. La ministra Lorena Ross y trabajadoras quedaron encerradas durante horas.
Una protesta que comenzó con reclamos laborales terminó en una situación de extrema tensión en el Ministerio de Salud y Ambiente de Santa Cruz. Autoridades y empleados del organismo fueron retenidos en el edificio mientras un grupo de manifestantes, autodenominados “autoconvocados”, irrumpía con carteles y banderas que, según pruebas conocidas en las últimas horas, habrían sido confeccionadas en una unidad básica referenciada en el dirigente Pablo González.
El episodio ocurrió en la jornada de ayer, cuando un grupo de trabajadores ingresó violentamente al Ministerio de Salud. Durante varias horas mantuvieron ocupadas las instalaciones, impidiendo la salida del personal. La situación alcanzó un punto crítico cuando la ministra Lorena Ross, acompañada por dos empleadas, quedó encerrada en una oficina, soportando agresiones verbales, golpes en la puerta y actitudes intimidatorias por parte de los manifestantes.
Ante la gravedad de los hechos, el secretario de Estado de Trabajo, Javier Aravena, se hizo presente en el lugar y expresó un enérgico repudio. El funcionario advirtió que la protesta tuvo un claro tinte político: “Estamos frente a un accionar organizado por sectores identificados con el gobierno anterior, que buscan generar caos y desestabilización en la provincia”.
Horas más tarde, imágenes difundidas en distintos ámbitos confirmaron las sospechas. En ellas se observa a varios de los protagonistas de la protesta realizando cartelería en el interior de la unidad básica “Propongamos un Sueño”, espacio político conducido por Pablo González. Otras fotografías los muestran posando en la vereda del local con la misma bandera que posteriormente fue utilizada en la ocupación del Ministerio.
“Las fotografías de estas personas pintando las banderas en la Básica de Pablo González son una muestra concreta de quiénes están detrás de estas situaciones. Es claro que hay un sector opositor que no quiere que a Santa Cruz le vaya bien”, afirmó Aravena al conocerse el material gráfico.
El hecho no solo afectó el normal desenvolvimiento institucional, sino que puso en riesgo la integridad física y psicológica de autoridades y trabajadores. Desde el Gobierno provincial se reiteró que las diferencias deben resolverse a través del diálogo democrático y no mediante actos violentos con trasfondo partidario.
Pese a la tensión y a las denuncias que surgieron en torno a la protesta, el secretario de Estado de Trabajo confirmó que el próximo lunes se concretará una reunión con los manifestantes, con el objetivo de encauzar los reclamos dentro de un marco de respeto y legalidad.