Con una oposición consolidada, la Cámara de Diputados debatirá claves como la reforma de los DNU, el Presupuesto 2026 y el escándalo en Discapacidad, en un escenario donde el oficialismo busca apoyo externo y maniobras para sortear votaciones ajustadas.
El Gobierno afronta esta semana un desafío político importante en la Cámara de Diputados, potenciado por la oposición que aparece más fortalecida tras recientes derrotas parlamentarias.
Uno de los puntos centrales del debate será la reforma de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), herramienta que el Ejecutivo utiliza con frecuencia para implementar decisiones sin pasar antes por el Congreso.
Al mismo tiempo, el escándalo reciente en torno de la ley de emergencia en discapacidad —promulgada pero no aplicada por falta de financiamiento— aportará presión política sobre el oficialismo.
Otro foco será el tratamiento del Presupuesto 2026, cuya discusión se espera tensa. La oposición reclama transparencia, mayor participación, y preocupación por el impacto fiscal de varias medidas oficiales.
Frente a estos temas, el Gobierno intentará sortear su situación débil en Diputados buscando “oxígeno” político: posibles negociaciones con bloques minoritarios, promesas sectoriales, e incluso gestos hacia provincias para conseguir votos.
El escenario se agrava por datos recientes sobre la imagen presidencial, que muestran una marcada caída en la aprobación del presidente Javier Milei, junto con un aumento del rechazo. Esto agrega un componente de urgencia política al oficialismo para evitar más derrotas.
En resumen, la semana que comienza se perfila como decisiva: lo que allí suceda no solo definirá algunos resultados legislativos inmediatos, sino también la fortaleza política del Gobierno de cara a los próximos desafíos, incluidas las obligaciones de gestión y la campaña electoral.