6 octubre, 2025 2:39 am

EL LANGOSTINO EN LA CUERDA FLOJA: INCERTIDUMBRE EN LA RECTA FINAL DE LA TEMPORADA 2025

La flota tangonera argentino-patagónica enfrenta una temporada atípica marcada por capturas menguantes, conflictos gremiales y costos crecientes que amenazan con dejar al sector en pérdidas en el cierre del año.

El sector pesquero dedicado al langostino patagónico transita un escenario de gran incertidumbre en la recta final de la temporada 2025. Los buques congeladores han registrado hasta el momento un descenso de más del 60 por ciento en las capturas respecto del año anterior, con apenas unas 40 mil toneladas desembarcadas, según datos oficiales. Las prospecciones realizadas en distintas subáreas claves resultaron negativas y las autoridades de pesca decidieron no recomendar nuevas aperturas por el elevado nivel de bycatch de merluza, lo que limitó la operatoria y redujo la rentabilidad de los viajes marítimos.

A esta caída de la producción se sumó un conflicto gremial que paralizó por completo la actividad durante varias semanas. Por primera vez en la historia, la temporada de langostino no pudo comenzar en tiempo y forma: más de 110 barcos permanecieron amarrados ante la falta de acuerdo entre las cámaras empresarias y los sindicatos marítimos en torno a la actualización del convenio colectivo. El debate giró en torno a los llamados “ítems de producción”, que vinculan la remuneración de la tripulación con los precios internacionales del producto. Las cámaras empresarias sostuvieron que el esquema hacía inviable la operatoria, mientras que los gremios se negaron a aceptar recortes salariales. La parálisis generó pérdidas estimadas en más de 200 millones de dólares.

El conflicto logró destrabarse en agosto mediante un acuerdo transitorio que permitió la reanudación de las operaciones, aunque las partes deberán volver a discutir un nuevo esquema de convenio en 2026. La actividad, sin embargo, se reanudó en un contexto adverso: el precio internacional del langostino viene en baja, mientras que los costos de combustible, fletes y reparaciones aumentan de manera sostenida. A su vez, el atraso cambiario y la persistencia de retenciones impactan sobre la competitividad del producto argentino en los principales mercados externos.

Desde el plano biológico, la situación tampoco ofrece certezas. El recurso Pleoticus muelleri depende de un reclutamiento anual sensible a las presiones de la pesca y a la correcta aplicación de vedas. Una mala distribución del esfuerzo, sumada al descarte incidental, puede comprometer la recuperación del stock y condicionar las campañas futuras.

De esta manera, la temporada 2025 se perfila como un punto de inflexión para la industria del langostino en la Argentina. El equilibrio entre sostenibilidad biológica, rentabilidad económica y estabilidad laboral se muestra cada vez más frágil. Si no se alcanzan consensos duraderos entre empresarios y sindicatos, y si no se refuerza la gestión científica para preservar el recurso, el sector corre el riesgo de quedar atrapado en una espiral de conflictos y pérdidas que podría comprometer seriamente su futuro inmediato.

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