El recorte del 58% en los fondos de Vialidad Nacional y la paralización de obras han sumido a las rutas argentinas en un estado crítico. Más del 60% de la red vial presenta condiciones malas o regulares, mientras crece la preocupación por la seguridad y el impacto económico.
La política de “obra pública cero” implementada por el gobierno de Javier Milei ha tenido consecuencias devastadoras en la infraestructura vial de Argentina. Según datos oficiales, durante 2024 los fondos destinados a Vialidad Nacional sufrieron una reducción del 58%, comprometiendo gravemente su capacidad operativa .
Este ajuste ha llevado a la cancelación de todos los contratos de obras en rutas argentinas, sin importar su grado de avance, dejando a más de 500 familias sin empleo y paralizando el mantenimiento de más de 9.000 kilómetros de rutas nacionales .
El impacto es evidente: un relevamiento de Vialidad Nacional reveló que el 47,5% de las rutas evaluadas están en buen estado, mientras que el 29% se encuentra en estado malo y el 23,5% en estado regular . Provincias como Tucumán, Santa Fe y Buenos Aires presentan los porcentajes más altos de rutas en mal estado.
Los trabajadores de Vialidad Nacional han denunciado que las obras están totalmente paradas y que el 60% de las rutas argentinas se encuentran en estado crítico . Además, se ha iniciado un plan de despidos masivos que planea reducir el plantel operativo de 5.400 a 3.800 trabajadores .
La situación ha generado preocupación en diversos sectores. El secretario gremial de la Federación de Personal de Vialidad Nacional, Fabián Catanzaro, afirmó que “vamos hacia la extinción de Vialidad Nacional” y que “la falta de mantenimiento y desfinanciamiento propuesto por el gobierno de La Libertad Avanza es preocupante para la vida de los usuarios” .
Ante este panorama, un juez federal intimó al Gobierno para reactivar la obra pública en 72 horas, advirtiendo sobre las consecuencias de la paralización de las obras en las rutas nacionales .
El deterioro de la infraestructura vial no solo representa un riesgo para la seguridad de los ciudadanos, sino que también afecta la economía del país. Las rutas son esenciales para el transporte de mercancías y la conectividad entre regiones. Sin una red vial en condiciones, se incrementan los costos logísticos y se dificulta el desarrollo económico.
La política de ajuste del gobierno nacional ha dejado a las rutas argentinas al borde del colapso. La falta de inversión y mantenimiento pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos y compromete el crecimiento económico del país. Es urgente que se tomen medidas para revertir esta situación y garantizar una infraestructura vial segura y eficiente.