Durante una visita de campaña en Mar del Plata para apoyar a Diego Santilli, el presidente Javier Milei protagonizó un tenso intercambio con un vecino que lo insultó desde un balcón. El episodio quedó registrado en video y fue usado por el oficialismo como señal de su estilo confrontativo.
En el marco de una jornada de campaña, el presidente Javier Milei vivió un momento de tensión con un vecino marplatense que lo increpó desde un balcón mientras caminaba saludando partidarios y firmando autógrafos. El hombre lo llamó “estafador hijo de puta”, a lo que el mandatario respondió con ironía: “Igual te estoy arreglando la vida”.
La situación escaló cuando militantes alentaron al jefe de Estado con la consigna “Dome, Milei, dome”. Entonces, Milei replicó: “Te voy a bajar un poco más la inflación así puteás un poco más, dale”. La respuesta provocó risas entre su base de apoyo.
La respuesta se viralizó rápidamente en redes sociales y fue cubierta por múltiples medios nacionales, reflejando el estilo directo y agresivo que Milei ha cultivado desde sus declaraciones mediáticas.
Ese episodio se sumó a una agenda local intensa: por la mañana, el presidente inauguró una planta industrial de la firma Lamb Weston en el Parque Industrial General Savio, con una inversión estimada de alrededor de 300 millones de dólares y unas 250 fuentes de trabajo directas.
Por la tarde, la recorrida continuó en el centro de la ciudad, donde Milei y Santilli intentaron avanzar unos metros acompañados por militantes, en medio de protestas en su contra y un fuerte operativo de seguridad desplegado por fuerzas federales.
El acto reviste también un alto valor simbólico: se trata del relanzamiento político del oficialismo en la provincia de Buenos Aires tras la salida de José Luis Espert de la boleta, lo que dio lugar al ascenso de Santilli como figura electiva en ese distrito.
La jornada culminó con un breve discurso improvisado desde la caja de una camioneta. Allí Milei reclamó el apoyo electoral para el 26 de octubre y subrayó la necesidad de llevar adelante su programa de ajuste, en un contexto de alta polarización política.
Con este episodio, el presidente reafirma un sello comunicacional de confrontación que alimenta tanto su base de adhesión como las críticas en su contra. La escena quedó registrada como un capítulo más dentro de la campaña nacional.
