La suba del dólar paralelo refleja la tensión del mercado ante la falta de certezas políticas y económicas. El Gobierno busca sostener la estabilidad mientras la inflación y la presión cambiaria condicionan el escenario.
El dólar volvió a ser protagonista en una jornada marcada por la volatilidad. El blue superó los $1.460, en una escalada que refleja la preocupación de los mercados y la búsqueda de refugio ante la incertidumbre electoral. En el circuito oficial, la cotización ronda los $1.415, mientras que el mayorista opera cerca de $1.360, con una brecha que se mantiene por encima del siete por ciento.
El Gobierno intenta contener la presión con intervenciones del Banco Central y el reciente acuerdo financiero con Estados Unidos, destinado a reforzar las reservas y garantizar liquidez en el corto plazo. Sin embargo, el impacto de la inflación, que alcanzó el 2,1% en septiembre, sigue deteriorando el poder adquisitivo y empujando la demanda de dólares como resguardo.
A pocos días de las elecciones legislativas, el panorama se muestra frágil. Empresarios y ahorristas optan por una posición defensiva, mientras el mercado aguarda definiciones que aporten confianza y estabilidad. La economía argentina, nuevamente, se encuentra frente al desafío de equilibrar el tipo de cambio sin agravar las tensiones que afectan a los precios y al consumo.
