12 noviembre, 2025 10:41 am

AMADEO FIGUEROA: EL ABOGADO PARACAIDISTA DEL PARTIDO OPORTUNISTA

De radical a kirchnerista, de opositor a servil y de denunciante moralista a cómplice silencioso. Hoy, aferrado al cura Molina, demuestra que su única lealtad es al cargo y su único credo, la conveniencia.

Su debut político fue junto a Walter Cifuentes, candidato a vicegobernador de Eduardo Costa, en los años en que el radicalismo intentaba ser alternativa al kirchnerismo en Santa Cruz. En aquel tiempo, Figueroa se mostraba como un opositor férreo al modelo K y llegó a ser candidato a intendente de Caleta Olivia por el espacio de Costa, hablando de ética, transparencia y cambio político.

Hugo Amadeo Figueroa debe ser el reflejo más nítido del partido oportunista: sin ideología, sin principios y con un discurso que cambia según la conveniencia. Donde hay poder, él aterriza. De candidato a intendente de Eduardo Costa a funcionario kirchnerista, de opositor a aliado de los mismos que antes denunciaba, su carrera está marcada por una sola coherencia: estar siempre del lado que más conviene.

Pero el discurso le duró lo que dura un turno electoral. Apenas cambió el escenario, abandonó el costismo y se pasó al kirchnerismo, convirtiéndose en Secretario General de la Función Pública durante la intendencia de Fernando Cotillo, en reemplazo de José “Pepo” Álvarez. De opositor a funcionario del mismo modelo que criticaba, sin conflicto interno ni pudor.

Con Facundo Prades, volvió a moverse con naturalidad, manteniendo vínculos con todos los sectores sin definirse por ninguno. Esa habilidad para camuflarse en cada gestión lo consolidó como el clásico paracaidista político: siempre listo para caer de pie, sin ideología, pero con un olfato infalible para detectar dónde conviene estar.

En junio de 2024, pegó otro salto y asumió como integrante del Tribunal de Enjuiciamiento de Santa Cruz, el órgano que controla la conducta de los jueces provinciales. Para muchos, un premio no al mérito, sino a la docilidad política y a su costumbre de acomodarse con todos los gobiernos. También fue candidato junto a Javier Belloni al Consejo de la Magistratura por el kirchnerismo, abandonando otra vez la crítica para volver a los brazos del poder.

En esta última elección, se volvió ultrakirchnerista, defendiendo a figuras como Lázaro Báez y José López, y acompañando nada menos que al cura Molina, denunciado por el escándalo de los 85 doble sueldos del Instituto Valdocco, un caso que le habría costado al Estado más de 10.000 millones de pesos.

De opositor a cómplice, de denunciante a aliado, nuevamente opositor y luego otra vez aliado, siempre con el mismo patrón: estar donde más conviene. Amadeo, ¿de qué lado estás?

Hugo Amadeo Figueroa es, sin dudas, el abogado paracaídas del partido oportunista.

Fue radical, después kirchnerista, luego opositor y hoy vuelve al redil. Cambia de discurso, de bandera y de valores con la misma facilidad con la que cambia de jefe político.

Habla de ética, pero vive del acomodo; critica la corrupción, pero la acompaña en la boleta.

No defiende ideas, defiende intereses.

No milita causas, milita cargos.

El abogado que apuesta a todas las banderas… mientras le convenga.

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