Según informes recientes de la OCDE y el Centro de Estudios Tributarios de la Universidad Austral, Argentina presenta una presión tributaria elevada, con una estructura impositiva regresiva y un sistema caracterizado por su alta complejidad y costos de recaudación.
Una herencia fiscal desafiante
En 2023, la presión tributaria en Argentina alcanzó el 27,8% del Producto Interno Bruto (PIB), ubicándose por encima del promedio regional de América Latina y el Caribe, que fue del 21,5% . Este nivel de presión tributaria se mantiene cercano al promedio de los países de la OCDE, que ronda el 34%.
El informe “Estadísticas Tributarias en América Latina y el Caribe 2024” destaca que Argentina ha mantenido una presión tributaria alrededor del 29% durante varios años, situándose 4 puntos porcentuales por debajo del promedio de la OCDE y 8 puntos por encima del promedio regional .
Estructura impositiva regresiva
La composición de la recaudación en Argentina muestra una fuerte dependencia de impuestos regresivos. Según el Centro de Estudios Tributarios de la Universidad Austral, aproximadamente el 60% de la recaudación proviene de impuestos regresivos, como el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que representa alrededor del 7% del PIB . Este enfoque contrasta con los países desarrollados, donde la proporción de impuestos regresivos es menor.
Complejidad y costos de recaudación
El sistema tributario argentino se caracteriza por su alta complejidad. El costo de recaudación en el país es del 1,12% por cada 100 pesos recaudados, superando el promedio regional de 0,78% . Esta complejidad no solo encarece la administración fiscal, sino que también dificulta el cumplimiento por parte de los contribuyentes.
Impacto en la economía formal
La elevada presión tributaria y la complejidad del sistema afectan especialmente al sector formal de la economía. Diversas estimaciones indican que la presión fiscal sobre el sector formal podría ubicarse entre el 35% y el 50% del PIB, debido a la evasión y la informalidad existentes . Esta situación genera una carga desproporcionada sobre las empresas y trabajadores que cumplen con sus obligaciones fiscales.
Perspectivas futuras
El gobierno de Javier Milei enfrenta el desafío de reformar un sistema tributario que combina alta presión fiscal, estructura regresiva y complejidad administrativa. Si bien se han anunciado medidas para reducir ciertos impuestos, como el Impuesto sobre los Bienes Personales, también se han restituido otros, como el Impuesto a las Ganancias para los trabajadores . La clave estará en lograr una reforma integral que promueva la equidad, simplifique el sistema y fomente la formalización de la economía.