La emergencia fitosanitaria es para las provincias de Santa Cruz, Chubut y Río Negro.
Implica una serie de medidas para mitigar el crecimiento de la población de este insecto patagónico que cumple ciclos de aumentos de poblaciones cada tres años.
Denuncia obligatoria ante el SENASA, uso de agroquímicos y la coordinación de una mesa interinstitucional son algunas de las medidas.