El Banco Central ultima detalles para habilitar el uso de tarjetas de crédito en dólares, permitiendo financiar consumos en cuotas. La medida busca formalizar los “dólares del colchón” y dinamizar el consumo, aunque enfrenta desafíos técnicos y resistencia del sector bancario.
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) se encuentra en la fase final de implementación de una medida que permitirá a los consumidores realizar compras en dólares y financiarlas en cuotas utilizando tarjetas de crédito. Esta iniciativa forma parte de la estrategia del gobierno de Javier Milei para avanzar hacia un esquema bimonetario y fomentar la utilización de dólares no declarados, comúnmente conocidos como “dólares del colchón”.
Silvina Rivarola, directora del BCRA, explicó que se está trabajando en la adaptación de los sistemas de las tarjetas de crédito para permitir estas operaciones, destacando la complejidad técnica que implica esta modificación.
Actualmente, existe la posibilidad de realizar pagos en cuotas en dólares mediante el débito inmediato programado, un sistema que requiere un acuerdo previo entre el comerciante y el cliente. Sin embargo, este método presenta riesgos para los comercios, ya que no hay intermediación financiera por parte de los bancos, y el cobro depende de la disponibilidad de fondos en la cuenta del cliente al momento del débito.
La nueva medida busca superar estas limitaciones al permitir que los bancos asuman el rol de intermediarios financieros, ofreciendo financiamiento en dólares y asumiendo el riesgo crediticio. No obstante, algunas entidades bancarias han expresado reservas, señalando que otorgar créditos en dólares a clientes que no generan ingresos en esa moneda podría ser riesgoso.
El ministro de Economía, Luis Caputo, ha manifestado que la posibilidad de vender en cuotas en dólares podría aumentar significativamente la demanda, especialmente en sectores como la automotriz, tecnología y turismo.
Esta iniciativa se enmarca en un conjunto de medidas destinadas a formalizar la economía y fomentar la competencia de monedas, permitiendo que los ciudadanos elijan libremente entre pesos y dólares para sus transacciones. Aunque aún no se ha establecido una fecha exacta para la implementación de esta medida, se espera que su puesta en marcha dinamice el consumo y contribuya a la formalización de los ahorros en moneda extranjera.