Las autoridades del hospital rechazaron el incremento dispuesto por el Gobierno para sostener una gestión “eficiente y transparente”.
El Consejo Directivo de la institución comunicó oficialmente que la decisión busca “mantener la coherencia con las medidas de eficiencia y transparencia” implementadas desde el año pasado. Según expresaron, el hospital logró en los últimos meses “financiar bonos y mejoras salariales con recursos propios”, lo que permitió sostener el funcionamiento sin recurrir a fondos adicionales del Estado.
La medida se conoció luego de que se anunciara un incremento general para los sueldos de octubre, considerado uno de los más altos de los últimos años. Sin embargo, los directivos optaron por rechazarlo, argumentando que “la prioridad debe ser fortalecer la estructura asistencial y el bienestar de los trabajadores”.
Mientras tanto, sectores gremiales mantienen reclamos por descuentos aplicados a enfermeras, instrumentadoras y personal del jardín maternal que participaron de medidas de fuerza. Desde la Asociación de Profesionales y Técnicos del hospital señalaron que “los descuentos fueron desmedidos” y afectan directamente a los salarios de quienes sostienen la atención diaria.
La decisión del Consejo Directivo fue interpretada por algunos como un gesto de austeridad y compromiso institucional, aunque también generó controversia dentro del personal, que exige soluciones concretas ante las diferencias salariales y las condiciones laborales.
“Renunciar a un aumento puede ser un mensaje de responsabilidad”, sostienen algunos trabajadores, aunque otros advierten que “la verdadera eficiencia se demuestra garantizando sueldos dignos para todo el equipo de salud”.